Lan Houses: alternativas de facturación

Múltiples formas de dar rentabilidad a las lan houses 

  Siempre acompaño lo que considero buenas ideas, para ver hasta dónde se sustentan. Es parte de mi trabajo, porque las informaciones que recojo son útiles para los clientes que, en algún momento, quieran desarrollar empresas y precisen de datos para tomar decisiones sobre inversiones.
   Algunas cosas, entre tanto, van sorprendiéndonos a todos, por su capacidad de continuar más allá de lo esperado o aún por la reinvención del modelo. Y eso es óptimo, porque demuestra la enorme capacidad de innovación que tenemos, además de la disponibilidad de ideas que van surgiendo, fomentadas por organizaciones que viven exclusivamente para eso: inventar soluciones.
   Un tipo de negocio que siempre me llamó la atención fue la “lan house”, en otros tiempos funcionando con el nombre de “cyber café”, porque tenía como base la atracción del cliente con a disponibilidad de señal WiFi (banda ancha) y por la permanencia del mismo en el local, la posibilidad de vender productos diversos, vinculados a las comidas rápidas, confitería, cafetería, etc. Con el tiempo, y atendiendo a regiones de bajo poder adquisitivo, surgió la lan house, que suprimió la venta de productos alimenticios y pasó a ofrecer, además de las computadoras e el acceso a internet en banda ancha, servicios como impresión de documentos, fax, etc. Ese modelo se sostuvo durante mucho tiempo.
   En los municipios más pobres, fue la única solución para millares de personas que querían acceso y no podían comprar máquinas potentes y pagar el acceso a la red de alta velocidad. Funcionan muy bien, y es realmente impresionante, en lugares inimaginables, poder tener acceso a la red y resolver los más diversos problemas. Y los jóvenes aprovechan para jugar en red los más variados hits del momento.
   Pero, en un nuevo cambio de escenario, las lan houses comenzaron a correr riesgos que no habían sido calculados inicialmente. Aún siendo sinónimo de inclusión digital para millares de personas - sustituyendo todo lo que se pensó hasta el momento por la simplicidad y el bajo costo operacional - la expansión del crédito y la reducción del precio de la banda ancha permitieron que más y más personas, de las clases C y D tuvieran computadora y acceso veloz en casa. Dos organizaciones comenzaron entonces a buscar soluciones para que ese tipo de negocio se mantenga viable. CDI Lan, una empresa social, e VOX Capital,  fondo de inversiones que también se dedica a los  negocios sociales están buscando nuevas formas de garantizar es éxito de las lan houses, usando la imaginación, la red de contactos, y el potencial existente.
   Entre las ideas surgidas están las siguientes:
a) Un banco digital - las lan houses están actuando como agentes bancarios del Banco do Brasil, abriendo cuentas, recibiendo pagos y este año, deben comenzar a ofrecer también servicios como saques, depósitos y productos como microcrédito y crédito consignado. El dueño de la lan house recibe una remuneración por cada operación realizada y debe, con ese servicio, aumentar su facturación entre 20% y 30%.
b) Fuente de Investigación - la empresa de investigación Plano CDE cuenta con los usuarios de las lan houses para saber más sobre hábitos y tendencias de consumo en las clases bajas. Tanto el dueño del negocio como quien participa de la investigación son remunerados.
c) Ocio Creativo - Coca-Cola alquila la lan house, en los horarios ociosos para entrenar a jóvenes de baja renta que quieran trabajar en el sector de ventas al por menor. El objetivo es emplear por lo menos 30% de esos jóvenes no sólo en la propia Coca-Cola, sino también en sus proveedores y en otras empresas del ramo.
d) Barato para hacer el Bien - Microsoft ofrece a las lan houses un paquete de Windows y de los programas que integran el Office por 10% del valor practicado en la venta al por menor. También da cursos de alfabetización digital y de capacitación en tecnología.

   O sea, ofrecer acceso barato a internet ya no es más el foco, porque las empresas están encontrando otras formas de facturación con la misma estructura, y eso es muy bueno. El producto principal está transformándose, cada vez más, en coadyuvante. Y eso tiene que pensarse para todos los negocios que quieran sobrevivir a la onda de cambios continuos que están presentes en todas las áreas de negocios.