quinta-feira, 12 de janeiro de 2012

La falta de cerebros en el siglo XXI


 Vamos leyendo las noticias y nos impresionamos  al ver cómo las lecciones no se aprenden a lo largo del tiempo. O si se aprenden, cómo no se utilizan. Claro que tenemos la noción exacta de lo que es realista o de lo que es idealista, en términos de política, y principalmente sabemos que realísticamente, la acción casi siempre se basa en un discurso idealista pero se hace en pro de intereses muy particulares. Y mucha cosa anda solamente proforma. O sea, es curioso que estemos en la posición de sexta economía del mundo, delante del Reino Unido, con desvíos tan grandes de dinero público, errores graves, grandes omisiones  y crímenes hediondos provocados por la mala distribución de renta. Sólo podemos imputar esto al hecho de que, en el medio de esa horda de corruptos delirantes, existen personas de bien, que trabajan seriamente y consiguen realizaciones, a pesar de todo. Pero, la corrupción, según un estudio de la FIESP (Federación de las Industrias del Estado de São Paulo) muestra una pérdida media de 10,5 mil millones de reales por año, en media, lo que es una situación insostenible.
 Hoy por la mañana, Miriam Leitão hizo un comentario muy feliz al respecto de la sostenibilidad de la posición de la economía brasileña, cuando presentaba datos sobre nuestro crecimiento. Brasil pasó al Reino Unido, hecho impensable años atrás, agregando que también pasará a Francia en breve. La probabilidad es que en 2012 eso suceda, porque Brasil está creciendo - aunque lentamente - y Francia paró de crecer. Todos esos datos toman el PIB como referencia de cálculo. La nota interesante en la presentación de los datos fue la de que India, que está creciendo con tasas de 6% a 7%, va a pasar a Brasil en este período de tiempo. Curiosamente, cuando se trata de renta per cápita, Brasil va para el final de la tabla, y China, que es la segunda mayor economía global, está atrás de Brasil. Todo eso llama la atención para la “calidad del crecimiento”, o sea, la forma cómo ese dinero se gasta, es distribuido y sirve para fortalecer la economía del país. La forma cómo llegamos al 7º lugar en el ranking de las potencias económicas mundiales fue perverso, estructurado durante el régimen militar y con un crecimiento rápido, de alta concentración de renta y desequilibrios provocados por una inflación alta y por el descontrol de los gastos públicos.
 Durante los últimos veinte años eso ha sido corregido (y vea cuánto tiempo puede demorar  la corrección de una acción como esa, que fue llamada de “milagro económico” en la época). Derribar la inflación y crear de un nuevo modelo de desarrollo surgieron e incluyeron más brasileños en la economía. Brasil, antes del “Plano Real”, tenía 23% de su población en la miseria. Tuvo una pérdida fuerte al iniciar el “Plano Real” y otra más acentuada aún en el Gobierno Lula. Hoy, la Presidenta Dilma pretende erradicar la miseria en el país, y ha tomado providencias para eso, lo que es óptimo.  El hecho es que, cuando colocamos más brasileños “dentro” del mercado de consumo y de la economía, la reforzamos de forma consistente. Usando las palabras de la comentarista, “no tenemos que hacer que la torta crezca o distribuirla;  ella crece más si incluimos más gente”.
Pero, con relación a la Educación, es fácil observar que ningún país que permaneció en ese grupo de los grandes del Siglo XX tiene indicadores tan malos en Educación como  Brasil. Aun llegando al 6º lugar, Brasil no erradicó el analfabetismo, siendo ese un dato horroroso. Y los otros indicadores no son nada buenos, siendo eso un problema serio porque el crecimiento del siglo XXI es el crecimiento en la economía del conocimiento. El hecho es que, nuevamente, no podemos repetir los errores del pasado si quisiéramos  sostenernos en la posición actual, o aún alcanzar niveles más altos. ¡La receta para eso pasa por “incluir” todo el mundo, combatir la extrema pobreza e invertir pesadamente en Educación! Eso garantiza la calidad del crecimiento y su sostenibilidad.
 Hoy, sabemos que mantener jóvenes de 14 ó 17 años en el analfabetismo es matar nuestro futuro. Eso es tan o más peligroso como dar espacio a la inflación, que es el lodazal en el que podremos quedar atascados más adelante. Si no promovemos la erradicación del analfabetismo y la promoción de la enseñanza buscando la verdadera cualificación de nuestros jóvenes para los enormes y aún desconocidos desafíos del futuro próximo, estaremos en breve, nuevamente e una situación complicada. Y eso es injustificable, porque tenemos claramente esa visión desde ya.
Basta ver lo que la irresponsabilidad en el control del tránsito, en todas las sus interfaces generó. Hoy somos el país en que más se muere en accidentes de tránsito en todo el mundo...

Las decisiones para 2012 y su control



 Estaba pensando en escribir una materia para el blog, hablando exactamente de las resoluciones de año nuevo. Son tantos los asuntos que resolví buscar una forma de no sólo tomar las decisiones para el próximo período de la vida - contenidos en los 365 días del año de 2012 - para principalmente cómo hacer que las cosas sucedan.
   Es claro que sólo la voluntad puede tornar realidad lo que planeamos, siempre con un poquito de suerte. Pero para definir y controlar, ya existen opciones. Una de las que me pareció más interesante fue el PROMETO.ME (ME PROMETO), un programa online que promete ayudarle  a cumplir aquellas metas que parecen realizables el día 1º y que van siendo olvidadas a partir del día 10 de enero.
   El uso del sitio es simple: basta digitar su(s) promesa(s) de final de año, cumplimentar sus datos personales y escoger la frecuencia con que desea ser recordado por Prometo.me sobre sus resoluciones en 2012. Es posible recibir avisos semanales, mensuales, semestrales y anuales, para los más, digamos, relapsos. Para quien quiera tornar sus promesas públicas, es posible conectarse con o Facebook y compartirlas con sus amigos.
   Para tener acceso, vaya a http://prometo.me/ y vamos ver si, finalmente, consigue llegar al final del año con su lista cumplida por completo.
   ¡Y feliz año nuevo para todos!

Trabajo a distancia está reglamentado





   Para muchas personas, trabajar en casa aún es un tabú. Cosa de desempleado, de gente que no consiguió un espacio mejor y que, desesperadamente, pasa a intentar alguna cosa usando el ambiente doméstico como espacio profesional. Nada más equivocado en los días actuales, cuando tenemos a disposición un arsenal fantástico de posibilidades en esa área.
   La Ley 12.551, sancionada a medidos de diciembre, alteró el artículo sexto de la CLT para equiparar los efectos jurídicos del trabajo ejercido por medios telemáticos e informatizados al ejercido por medios personales y directos. Significa que, en Brasil, no habrá distinción entre trabajo en la empresa, en casa o a distancia. La ley es un intento de acompañar el avance de la tecnología y el aumento da preocupación con la calidad de vida. Ahora, oficialmente, no importa más el local de trabajo, sino si el trabajador ejecuta la tarea determinada por la empresa.
   El funcionario con Libreta de Trabajo firmada que trabaja lejos de la oficina pasa a tener los mismos derechos que los otros, como hora extra, adicional nocturno y asistencia en caso de accidente de trabajo. El control de las horas y la supervisión del trabajo pueden realizarse por medios electrónicos.
   Desde o día 15 de diciembre, fecha de la publicación de la Ley 12.551, el artículo sexto de la CLT pasa a tener la siguiente redacción:


Art. 6º -  No hay distinción entre el trabajo realizado en el establecimiento del empleador, el ejecutado en el domicilio del empleado y el realizado a distancia, desde que estén caracterizados los presupuestos de la relación de empleo.

   Párrafo único. Los medios telemáticos e informatizados de comando, control y supervisión se equiparan, para fines de subordinación jurídica, a los medios personales y derechos de comando, control y supervisión del trabajo ajeno.”